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Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

Los desafíos de Alberto Fernández en materia de Política Exterior


Por Nerea Álvarez


El 27 de octubre del corriente año, ganó las elecciones presidenciales, Alberto Fernández, perteneciente a la coalición “Frente de Todos”. En este sentido, consideramos pertinente realizar un análisis acerca de los desafíos en materia de Política Exterior que encontrará la nueva gestión a partir del 10 de diciembre.

El escenario que va a recibir Alberto Fernández, es un escenario complejo a nivel nacional, regional e internacional. En materia de política exterior, dejó en claro en sus propuestas electorales que “La Argentina tiene que volver a ser un miembro activo en los foros multilaterales para alcanzar consensos y soluciones “, o que es necesario “recuperar una voz propia y soberana en nuestras decisiones internacionales para construir una política exterior al servicio de un modelo de desarrollo que contemple el bienestar de las mayorías” (Plataforma Frente de Todos, 2019).


Sin embargo, para un análisis de política exterior, no debemos olvidarnos de ciertos factores que ayudarán a determinar la viabilidad o no de una política exterior.

Esta gestión, antes de poner en juego sus propias preferencias, deberá primero analizar si estás pueden conjugarse o no con el legado que estaría dejando la alianza Cambiemos. Asimismo, deberá tener en cuenta si el contexto internacional será favorable o no a las preferencias de esta nueva gestión. En este sentido, también resulta clave no obviar los acontecimientos que se están desarrollando en la región (Venezuela, Bolivia, Chile, Uruguay y Brasil).


En este sentido, Federico Merke (2019) alude a que “las herencias consideradas negativas pueden ser revertidas por un nuevo gobierno. La pregunta en todo caso es cuánto capital político desea invertir un nuevo gobierno para revertirlas y qué oportunidad ofrece el ambiente internacional para hacerlo”.


Es pertinente destacar que la herencia más negativa y más pesada que deja Cambiemos es la Deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En esta herencia, se conjugan varias cuestiones: el pago de la deuda, el contexto en que debe ser pagada (con más inflación, menos reservas, con recesión, con mayor desempleo y mayor pobreza), la postura de Donald Trump hacia el gobierno de Fernández y la relación con el Fondo Monetario Internacional.


Otra herencia que deja Cambiemos, que aún es discutida acerca si es “positiva” o “negativa”, es el acuerdo firmado entre la Unión Europea y el Mercosur. Durante la campaña electoral, Alberto Fernández expresó su preocupación respecto a los beneficios de dicho acuerdo, aludiendo a que no había “nada que festejar”. No obstante, recientemente se reunió con diplomáticos de la Unión Europea, en donde “manifestó su voluntad de profundizar los lazos con Europa una vez que esté en el Gobierno, pero también pidió comprensión sobre la situación económica que atraviesa la Argentina” (La Nación, 2019). Este acuerdo será uno de los temas centrales en la relación entre ambos bloques. Cabe destacar que dicho acuerdo se encuentra en etapa de revisión legal y traducción, y debe ser sometido al voto de todos los parlamentos para poder entrar en vigencia.


Otra cuestión a destacar, es la relación con Estados Unidos y China. Entre ambos países, existe una competencia feroz en cuanto a la disputa de poder en el ámbito económico. El kirchnerismo tuvo una agenda más consolidada con China que con EE.UU. No obstante, Cambiemos, en materia de política exterior, puso como su prioridad número uno la inserción inteligente de Argentina en el mundo, priorizando relaciones tradicionales, como la relación bilateral con Estados Unidos. En este sentido, uno de los desafíos de la gestión de Alberto Fernández será la de buscar relaciones más equilibradas con ambos países, quizás con una concepción más autónoma del interés nacional. Es decir, sin descuidar el perfil de autonomía que se espera de su Política Exterior.


Respecto a la situación de Venezuela, Cambiemos se pronunció desde el primer momento en contra del régimen de Nicolás Maduro e integró, junto con otros países de la región, el Grupo de Lima. Cabe destacar, en este contexto, una vuelta de organismos tradicionales en la región, como la Organización de Estados Americanos (OEA). Alberto Fernández, en el marco de su candidatura a Presidente, manifestó que “si fuera elegido presidente de la Nación impulsará que la Argentina abandone el Grupo de Lima, ya que consideró que este ejerce presión sobre el régimen venezolano de Nicolás Maduro” (OPEA N°540, 2019). En este sentido, Fernández buscaría restaurar el diálogo entre las partes en sintonía con similar postura a la que hoy mantienen México y Uruguay.


En el marco de una región convulsionada (Estallidos en Ecuador, Chile y el Golpe de Estado en Bolivia)[1], la cuestión residirá en cómo encontrar recursos y aliados para recomponer el diálogo en la región. Sin embargo, la narrativa sobre una patria grande se ve lejana.


De igual modo, recientemente Alberto Fernández fue anfitrión de la reunión del Grupo de Puebla, y argumentó que éste “es una agrupación que impulsó previo a su candidatura presidencial. Afirmó que el objetivo es buscar alternativas a las que han imperado, buscando un sistema político que devuelva la “equidad pérdida, el equilibrio y la igualdad social en América Latina” (OPEA N°544, 2019).


En cuanto a la relación con Brasil, no sólo está dada por asuntos bilaterales sino también por cómo se avance en la relación con Europa, Estados Unidos y China, tres países que podrían ser tanto motivo de cooperación como de conflicto entre Buenos Aires y Brasilia (Merke, 2019).


Por último, pero no menos importante, la gestión de Alberto se diferenciará de lo heredado por Cambiemos. Apostará por una relación madura con el Reino Unido, pero pedirá una revisión de los acuerdos de Madrid I y II, en defensa de los intereses del atlántico sur.

Todos estos desafíos le esperan a una Argentina sin financiamiento, sin un contexto internacional favorable y sin una patria grande que la acompañe.


[1] Cabe destacar que el Presidente Mauricio Macri y el canciller Jorge Faurie no lo asimilaron como Golpe de Estado.


Referencias

Frente de Todos, (2019). Recuperado de https://www.frentedetodos.org/plataforma

Merke Federico, (2019). Preferencias, Herencias y Reestricciones: Elementos para examinar la Política Exterior del Frente de Todos. Análisis Carolina nro.24. Recuperado de https://www.fundacioncarolina.es/wp-content/uploads/2019/11/AC-24.pdf

OPEA (2019). Informe semanal del OPEA N°540 Recuperado de https://www.opeargentina.org/post/opea-540

OPEA (2019). Informe semanal del OPEA N°544 Recuperado de https://www.opeargentina.org/post/opea-544


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