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  • Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

Un paso más hacia la derecha

Por Mariana Aiub Robledo


La creación del Foro para el Progreso y Desarrollo de América Latina (PROSUR) fue anunciado en enero de este año por Iván Duque (Colombia). Recién el 22 de marzo pasado tuvo lugar la Primera Cumbre Presidencial, en donde Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Ecuador y Guyana suscribieron la Declaración de Santiago para la renovación y el fortalecimiento de América del Sur. De esta manera, quedó inaugurado el nuevo mecanismo de concertación política que consolida el giro a la derecha en la región.

Los gobiernos de los países del Prosur forman parte del ascenso de una nueva derecha en Sudamérica y provienen del Grupo de Lima. Buscan, así, institucionalizar el mecanismo que comenzó a partir de la crítica hacia la crisis en Venezuela. El Prosur se autodenomina como un mecanismo de concertación y diálogo político pragmático y sin ideologías. Sin embargo, no es casualidad que dos meses después, los mismos países (menos Guyana) hayan decido denunciar el Tratado de Brasilia y retirarse de la Unasur. Paulatinamente, la nueva derecha entierra al giro de gobiernos progresistas en la región e institucionaliza sus propios organismos. En este sentido, el Prosur podría presentarse como el brazo diplomático de la Alianza del Pacífico.


En contraposición al período en que los presidentes de Brasil y Argentina llevaban la delantera en materia de liderazgo regional, hoy nos encontramos con Colombia y Chile a la cabeza de la conformación de nuevas instancias sudamericanas. Frente a esto, ¿cuál es el rol de Argentina? La asunción de Cambiemos integró el inicio del giro a la derecha sudamericano, junto con otros gobiernos como el de Sebastián Piñera (2010-2014, 2018…) y fue el primer gobierno de esta ola en sostener la búsqueda de vínculos “pragmáticos y desideologizados”. Desde diciembre de 2015 atacó abiertamente al gobierno de Maduro y a la crisis multidimensional en Venezuela, no ejerció crítica respecto del proceso de impeachment en Brasil y finalmente se retiró de la Unasur.


El visto bueno de Macri al Prosur y su activa participación en él, son un paso firme en la dirección que viene marcando desde que asumió. Para su gobierno, la desideologización consiste, en la práctica, en distinguirse tajantemente de la administración anterior, criticar abierta y directamente a Venezuela, y aliarse con los países que tradicionalmente han tenido una política exterior liberal. En línea con esto, para la conformación del nuevo foro se decidió extender una invitación a Juan Guaidó, reconocido por la nueva derecha como “Presidente Encargado de Venezuela” y no así al gobierno de Maduro. De esta manera, la tan ansiada desideologización se disuelve y los actos de política exterior echan luz a una identificación ideológica que se vuelve difícil de negar.

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