top of page
  • Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

Con Duque en Colombia, se avecina un nuevo acercamiento

Por Mariana Aiub Robledo



El pasado 7 de agosto, Mauricio Macri asistió a la asunción de Iván Duque como Presidente de Colombia por el partido Centro Democrático. Fue acompañado del Canciller Jorge Faurie y el Secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo. El Presidente argentino se reunió con el nuevo titular del Ejecutivo colombiano, en donde, entre otros temas, dialogaron acerca de la situación de crisis en la que se encuentra Venezuela. Además, Macri manifestó su voluntad de estrechar las relaciones bilaterales.

Iván Duque ha construido su carrera política bajo el padrinazgo de Álvaro Uribe, presidente colombiano durante los períodos 2002-2006 y 2006-2010, en un contexto sudamericano signado por la llegada de gobiernos progresistas, parte del denominado “giro a la izquierda”. Mientras países como Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador formaron parte de esta experiencia a lo largo de la primera década del siglo XXI, Colombia se mantuvo como uno de los aliados centrales de Estados Unidos en Sudamérica, especialmente en relación a la lucha contra el narcotráfico. Durante las presidencias de Uribe, su país ha mantenido vínculos conflictivos con Venezuela y Ecuador, llegando a la ruptura de relaciones diplomáticas con este último en marzo de 2008. A esto se le sumó el intento de colocar cinco bases militares norteamericanas en suelo colombiano, lo que generó gran desconfianza por parte del resto de la región.

Con el triunfo de Duque, entonces, una de las preguntas que se nos presenta es si efectivamente Uribe estará por detrás de las decisiones del nuevo Presidente. En este sentido, a partir del lanzamiento de la candidatura de Duque, la oposición lo ha señalado como un “títere” de Uribe, y que su mandato estaría supeditado a las decisiones del ex Presidente, actual líder del partido Centro Democrático. En respuesta a esto, Duque ha sostenido que gobernará “sin espejo retrovisor”, haciendo referencia a su independencia política. Lo cierto es que por un lado, gran parte de su gabinete mantiene vínculos estrechos con Uribe; y por el otro, aun manteniendo su independencia política, la cercanía ideológica entre los dos políticos es innegable. Por lo tanto, no sería necesario que Uribe indique el camino a seguir a Duque, ya que probablemente ambos elegirían el mismo.

Si bien con la llegada de Juan Manuel Santos a la presidencia, los vínculos con Estados Unidos no perdieron centralidad, se realizaron ciertos pasos en pro de mejorar las relaciones con la región, específicamente con Ecuador y Venezuela, y se le otorgó mayor importancia a los vínculos con Chile, Perú y México, a partir de la Alianza del Pacífico. Luego de que Santos abandonó el cargo presidencial en Colombia (2010-2018), es posible enmarcar la nueva presidencia dentro de lo que la academia ha comenzado a denominar “giro a la derecha”, con la llegada de gobiernos de corte liberal a Sudamérica. Esta incipiente etapa política en la región se inicia con la asunción de Mauricio Macri en Argentina, junto al triunfo de la oposición venezolana en las elecciones legislativas del año 2015, seguido del impeachment a Dilma Rousseff en Brasil en 2016 y la consiguiente asunción de Michel Temer. A esto se le suma el triunfo del “no” en el referéndum constitucional boliviano en el mismo año, y la decisión en abril de 2018 de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú de retirarse temporalmente de la Unasur, bastión central de la política exterior del Brasil de Lula.

Es importante mencionar, además, un paulatino acercamiento de algunos de los países que formaron parte del “giro a la izquierda”, como Argentina, a países como Colombia, Chile y Perú, que históricamente han desarrollado modelos político-económicos de orientación liberal. En este sentido, es posible preguntarnos si estamos frente a un estrechamiento del vínculo argentino-colombiano.

En primer lugar, luego de que Macri asumió la presidencia, solicitó que Argentina sea aceptada como miembro de la Alianza del Pacífico. Además, nuestro país junto con Colombia y otros 10 países latinoamericanos, formaron parte del Grupo de Lima, conformado en agosto de 2017 en pos de evaluar la situación en Venezuela, condenando la ruptura del orden democrático y la violación sistemática de los derechos humanos en dicho país. A estos hechos se le suma la firma de un Acuerdo de Complementación Económica entre ambos países en diciembre de 2017. Por lo tanto, la visita del primer mandatario argentino a Colombia que mencionábamos al comienzo, sumada a la existente sintonía ideológica entre ambos presidentes, son posibles indicios de que el vínculo podría estrecharse, y de que el denominado “giro a la derecha” en la región se estaría consolidando.

bottom of page