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  • Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

La participación argentina en la 47º Asamblea de OEA: cambio de conducción y continuidad

Por Oriana Cherini



Hace pocos días se celebró en la ciudad de Cancún, México, la 47º Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA). Dicho encuentro fue relevante para la Argentina por diversos motivos, entre ellos, que el recientemente nombrado canciller, Jorge Faurie, concretó su primera misión oficial.

OEA es una organización regional diseñada como un ámbito de diálogo de temas de interés para los países del Continente. A partir de esto, se comprende que las declaraciones y los debates que se desarrollan en la Organización representan un canal para establecer, modificar o reafirmar temas de agenda nacionales y regionales.

El nuevo canciller argentino ha sostenido y hecho énfasis en los temas claves de la agenda de política exterior de nuestro país. Cabe destacar que hubo dos temáticas que estuvieron fuertemente presentes en la 47º Asamblea General y de las cuales Faurie hizo declaraciones claves. En primer lugar, la cuestión de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur, que desde 1982 y más enfáticamente desde el 2003, ha sido un tema recurrente por parte de la Argentina en las organizaciones internacionales. Se mantuvo el reclamo de soberanía y de los espacios marítimos circundantes, además de reafirmarse la voluntad del gobierno nacional de reanudar las negociaciones con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. A su vez se destacó el rol de OEA como una organización internacional que permite, como lo plantea en sus propósitos la Carta de Bogotá de 1948, el dialogo jurídico, político y social. Cabe mencionar el respaldo por parte de más de diez países a la posición argentina, través de la adopción de una Declaración sobre el tema , cuya aprobación fue solicitada por el canciller de Uruguay. La relevancia de esta declaración es que se considera a Malvinas como un tema de interés hemisférico permanente.

El segundo tema que resonó en varias declaraciones no solo de la Argentina, sino de otros países de la región, es la situación de la República Bolivariana de Venezuela, la cual ha tenido el punto álgido de conflictividad en el presente año. El canciller argentino sostuvo en el marco de las relaciones bilaterales con pares de la región, la necesidad de tratar y debatir la situación del Estado Venezolano. Faurie declaró la importancia de OEA como ámbito para debatir y dar una respuesta a la temática venezolana, y expresó su preocupación por la crisis humanitaria que viven los ciudadanos venezolanos, donde la violación de los derechos humanos se hace evidente. Esta preocupación, que compartieron varios países miembros, se manifestó a través de un comunicado conjunto de países afines sobre los resultados de la XXIX Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores de la OEA, donde se proponen siete puntos de acción para arribar a una solución pacífica del conflicto. En este sentido, cabe notar que Argentina reconoce a OEA como el ámbito propicio para debatir la situación de Venezuela, siendo que durante las administraciones inmediatamente precedentes se propiciaba espacios regionales que excluyeran a Estados Unidos como CELAC y UNASUR, en el ámbito subregional.

Del mismo modo, el canciller Faurie aprovechó la reunión para acercarse a sus pares y debatir cuestiones referidas a las relaciones bilaterales con Argentina, tanto en las vinculaciones con América del Sur, como América Central y América del Norte.

En relación a América del Sur el tema de agenda principal fueron los proyectos de infraestructura de alcance regional, los cuales se debatieron en reuniones con los representantes de Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador, entre otros.

En cuanto a América Central, Faurie compartió un desayuno de trabajo junto a los ministros de relaciones exteriores de los Estados miembros de la Comunidad del Caribe o CARICOM. En el mismo se repasaron proyectos de cooperación que vienen siendo tema de agenda desde hace 25 años, principalmente áreas como turismo, agricultura, agroindustria y agenda medioambiental 2030.

Con América del Norte, se destaca el encuentro con el secretario de estado adjunto de los Estados Unidos de América, John Sullivan, con quien conversó sobre temáticas económico-comerciales, y la problemática de las nuevas amenazas de los últimos años como el terrorismo y el narcotráfico en América.

Finalmente se analiza que, luego de la renuncia de la canciller Susana Malcorra, la atención se había centrado en Faurie, cuyo debut en una organización internacional de esta envergadura despertaba curiosidad en el mundo diplomático. Se observa que sus declaraciones y su postura frente a la organización, permiten dilucidar que el nuevo canciller comenzó sus funciones manteniendo una continuidad respecto a la agenda de política exterior argentina, sin haber un quiebre ni de estilo ni de contenido, desde la conducción de Cancillería, hasta el momento.

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