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  • Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

La diplomacia tradicional y la paradiplomacia argentina apuestan por la República Popular de China

Por Oriana Cherini


En el ámbito de la Política Exterior Argentina, no es novedad mencionar que la República Popular de China (RPC) es un socio estratégico desde hace ya varios años. Dicha vinculación ha resultado de la estrategia de la RPC para con Latinoamérica, y ha estado motivada principalmente por factores económicos, comerciales y financieros; aunque luego se fueron diversificando a otras áreas temáticas, como la cooperación cultural, educativa y científica. Sin embargo, el rol de las vinculaciones comerciales y financieras es indiscutible, en tal sentido, el aumento de la participación de la RPC en la región en los últimos años se evidencia en la medida que se ha septuplicando su peso como socio comercial (Rosales; Kuwayama: 2012).

Se puede pensar que esto deriva del rol que la RPC ha decido construir en el sistema internacional, buscando un "ascenso pacífico” en la jerarquía global, que la ha llevado a diseñar estrategias internacionales basadas tanto en las vinculaciones bilaterales como multilaterales, situación que, además, influye significativamente en su balanza comercial y en las finanzas internacionales (Slipak, 2014).


Dicha situación llevó a una profundización en las relaciones bilaterales con Argentina, acreditado en una relación caracterizada por la armonía comercial, el cambio en las corrientes de inversiones y la expansión de las inversiones chinas, tanto como la ampliación de la brecha asimétrica, ubicando a China como socio fundamental de la PEA del siglo XXI (Oviedo, 2015),


En los últimos años, tanto el gobierno de Cristina Fernández como el de Mauricio Macri han mantenido una continuidad en lo que refiere a la importancia de las relaciones chino-argentinas. Aunque la administración Macri mostró sus reticencias iniciales y manifestó su intención de revisar los acuerdos suscritos durante la etapa previa, la estrategia fue infructífera, poniendo en riesgo una relación que dicho gobierno no pudo ni puede permitirse dañar. De este modo, la multidimensionalidad del vínculo se manifiesta en las frecuentes visitas de alto rango, la asociación estrategia integral del 2014, el acuerdo de cooperación estratégica con Alibaba, el apoyo chino al reclamo argentino por las Islas Malvinas, el apoyo argentino al principio de "una sola china”, entre otros. Esto da lugar a las tres características principales de los intercambios chino-argentinos: complementariedad, beneficio mutuo e interdependencia (Hua, 2017).


Sin embargo, no es solo el gobierno nacional quien ha elegido a la RPC como socio estratégico, sino que en los últimos años las provincias argentinas, a través de sus aptitudes internacionales definidas por la reforma constitucional de 1994 y las constituciones provinciales, han buscado y trabajado en la vinculación con la RPC. Las motivaciones de las mismas han sido variadas, pero se pueden mencionar principalmente la inversión en infraestructura dentro de los territorios provinciales. De esta manera, se ve el rol de la actividad internacional de los actores no centrales o subnacionales, quienes, con el fin de acelerar la búsqueda de financiamiento para llevar a cabo las obras públicas, entablan relaciones con la RPC a través de la Embajada en la Argentina, teniendo un rol fundamental el Consejero Económico y Comercial de China en dichas negociaciones.


Por mencionar algunos casos en el interior del país, la provincia de Entre Ríos ha realizado misiones comerciales y ha firmado acuerdos de financiamiento con la compañía china CNTIC, para proyectos de infraestructura, entre ellos "Cierre Energético Norte Los Conquistadores-La Paz" y "Gasoducto Productivo III del Noroeste Entrerriano”. Asimismo, también ha conversado con la Embajada de la RPC en la Argentina para que bancos chinos financien rutas, puertos y puentes de la provincia. Por otro lado, la provincia de Corrientes está manteniendo reuniones en el presente año para conversar la posibilidad de que el China State Construction Engineering (CSCEC) invierta en la construcción de puertos, en pos de implementar al Plan de Desarrollo en la Provincia. Asimismo, provincias como San Juan y Chubut, han firmado acuerdos de cooperación con gobiernos subnacionales chinos, como por ejemplo con la provincia de Guizhou.


Por lo tanto, se puede concluir que el rol de la RPC no es exclusivo de la política exterior tradicional argentina, sino también de la actividad internacional de los actores no centrales, quienes han observado las ventajas competitivas que ofrece el actor y han buscado negociar oportunidades para sus territorios locales. Ante esto, cabe aclarar, que la PEA no es ajena a la actividad internacional que están desarrollando sus provincias, ya que es un trabajo en conjunto que lleva a cabo la Cancillería argentina junto con los gobiernos provinciales, para lograr acuerdos que sean beneficiosos para el desarrollo territorial. La diplomacia tradicional apoya en el proceso de internacionalización a la paradiplomacia, mostrando la importancia que tiene coordinar la política internacional tanto de la nación argentina en su conjunto, como a nivel desagregado en los distintos niveles de la gobernanza multinivel (Pinto, 2013; Zeraoui, 2013).

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