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  • Foto del escritorObservatorio de Política Exterior Argentina

Los lineamientos de la política sudamericana en el Congreso

Por Gustavo Insaurralde



El día miércoles 01 de junio la Canciller Susana Malcorra participó de una intervención en el Anexo de la Cámara de Diputados. En ella la ministra fue interpelada por diputados de diversos partidos sobre temas relacionados a asuntos de la agenda exterior de nuestro país. Uno de los primeros puntos abordados fue la eventual participación del presidente Mauricio Macri en la próxima Cumbre de la Alianza del Pacífico en Chile y la inclusión de nuestro país como estado observador. Teniendo en cuenta ello, Malcorra defendió la presencia del presidente en esa reunión y afirmó que tal acción no significaría el alejamiento argentino del Mercosur. Para la Canciller, el Mercosur es la plataforma de inserción más relevante en nuestra estrategia internacional. En su reciente visita, el actual canciller brasilero, José Serra, propuso ciertas reformas estructurales en el bloque, como transformar al Mercosur en una zona de libre de comercio y eliminar las limitaciones de la actual unión aduanera imperfecta. Malcorra coincidió en este diagnóstico pero difirió en la solución. Para ella, los cambios deben darse con “pasos para adelante y no para atrás”, es decir, no retrotraer al Mercosur a una zona de libre comercio, sino perfeccionar la unión aduanera. El germen del cambio residiría en transformar al Mercosur en un mercado ampliado como base para una plataforma de negociación conjunta pero que, a la vez, permita pequeños acuerdos para sus socios menores para suavizar los efectos de la integración y evitar rispideces con ellos. Para Malcorra, la integración regional es un medio para la inserción global. Por ello uno de los ejes de su gestión es promover el acuerdo de libre comercio Mercosur-UE, cuyos actores domésticos han cuestionado de sobremanera. En este tema la canciller reconoció lo decepcionante del intercambio de ofertas, pero consideró que este proceso abre una enorme puerta de oportunidades por el conocimiento tácito de la propuesta conjunta. Por otro lado, la ministra fue interpelada por otros dos temas de la agenda exterior: el impeachment en Brasil y la situación en Venezuela. Con respecto a Brasil, Malcorra reconoció la importancia estratégica del país vecino. A su vez, consideró que las acciones llevadas a cabo por el Congreso de Brasil siguieron las pautas marcadas por la constitución y la ley. En el caso de Venezuela, defendió la posición argentina frente al problema de no intervenir en los asuntos internos venezolanos y promover el diálogo entre oficialismo y oposición. Ello generó un conflicto no solo con el Secretario General del organismo, Luis Almagro, quien buscaba interponer la Carta Democrática como respuesta a la situación, sino también con la propia oposición venezolana que había recibido el apoyo tácito de Mauricio Macri en la campaña electoral. Tanto en el caso venezolano como el brasilero, Malcorra defendió un principio tradicional de la PEA como es el de la no intromisión en los asuntos internos de los estados (Alconada Sempé, 1996; Paradiso, 1993; Rodriguez Gvarini, 2000; Zapata, 2010). Este principio sirvió como un limitante multilateral a la influencia externa de la región, es decir, como un mecanismo de soft balancing (Russell y Tokatlian, 2013). A su vez, dadas las características coyunturales de la agenda exterior, esta posición podría considerarse como un accionar relacionado a una estrategia de disuasión obligada (compellence) ya que utiliza a la no intervención como principio determinante en la resolución de conflictos y mantenimiento de la paz. (Malamud y Alcañiz, 2014)

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